La bodega de D.O. Toro inicia una nueva etapa con la reestructuración de su equipo comercial, primero de una serie de cambios que ha comenzado a implementar e irá anunciando en las próximas semanas dentro del plan de evolución y expansión de Quinta de la Quietud. La vendimia 2020 arranca con buenas perspectivas y apunta a una añada “muy potente”.

Eusebio Sacristán, Jean-François Hébrard, Juan Carlos Álvarez y Laura Vázquez Rajo

 

Quinta de la Quietud continúa avanzando en el perfeccionamiento de un concepto que defiende desde su creación en 1999: vino de D.O. Toro consagrado a la calidad, producido exclusivamente con viñedos propios en vaso, en secano, y con certificación ecológica. Coincidiendo con el inicio de la vendimia 2020, la bodega del ex-futbolista y entrenador Eusebio Sacristán anuncia el primero de una serie de importantes cambios que irá implementando en las próximas semanas: la nueva composición de su equipo comercial. Desde septiembre, Laura Vázquez Rajo será la nueva responsable del mercado internacional y Juan Carlos Rodríguez del nacional, ambos con el apoyo del enólogo de la bodega desde su creación: Jean-Francois Hébrard.

Mercado internacional: Experiencia e ilusión
Laura Vázquez Rajo cuenta con una larga trayectoria en el sector del vino, con experiencia acumulada a lo largo de dos décadas de trabajo en proyectos como Bodegas Attis (D.O. Rías Baixas), Dominio de Tares & Lusco (D.O. Bierzo, D.O. Rías Baixas y D.O. León), Francois Lurton & Michel Rolland Spain (D.O. Rueda y D.O. Toro) o un grupo de bodegas riojanas. Su llegada aporta al equipo de Quinta de la Quietud un amplio conocimiento del mercado internacional y un perfil multidisciplinar con formación académica en administración y dirección de empresas, y especialización en el sector del vino.

“Me atrae la filosofía de la bodega, una visión de la producción del vino que Quinta de la Quietud comparte con el otro proyecto en el que estoy involucrada actualmente (Bodegas Attis)”, explica Laura. “Me gustan sus vinos, la zona, el carácter un poco rudo y diferenciado de Toro,… Me incorporo con muchas ganas, y considero que puedo aportar mucha ilusión, aire fresco y experiencia en exportación, que es a lo que me he dedicado prácticamente toda mi carrera”.

La incorporación de Laura Vázquez Rajo forma parte del plan de expansión internacional de la bodega, que actualmente cuenta con buena presencia en países como Alemania, Suiza, Canadá, México, Brasil, Dinamarca, Bélgica y Holanda. “Además de consolidar los mercados en los que estamos presentes, nuestro objetivo es ampliar fronteras y explorar la aceptación de la filosofía de Quinta de la Quietud en nuevos países”, apunta.

Mercado nacional: Pasión y afición
El mercado nacional será responsabilidad de Juan Carlos Rodríguez, una de las personas que mejor conoce Quinta de la Quietud. En su condición de gerente y socio fundador de la bodega, Juan Carlos aporta la pasión por un proyecto en el que lleva implicado desde su creación. “Yo soy un enamorado del mundo del vino desde mi época de futbolista”, explica el ex-jugador del Real Valladolid, el Atlético de Madrid, el F.C. Barcelona y el Valencia C.F. “Siempre he tenido mucha vocación por el mundo del vino, pero a lo largo de estos años he vivido la bodega desde dentro, he aprendido mucho, conozco bien nuestros productos y tengo muy claro el proyecto que siempre hemos soñado y el camino por el que tenemos que avanzar. El objetivo es poner a Quinta de la Quietud en el lugar que consideramos que merece, buscar la excelencia y lograr que llegue a la gente”.

El tercer componente de la nueva estructura comercial de Quinta de la Quietud es Jean-François Hébrard. El bordelés compaginará su condición de enólogo de la bodega con la asistencia comercial en todos los mercados, aportando su experiencia en el sector, su dominio del concepto de vitivinicultura ecologista y el exhaustivo conocimiento de un producto que diseña desde la primera añada de Quinta Quietud en 2001.

La vendimia 2020 deja mucha uva y muy concentrada

Una prometedora vendimia 2020
El equipo de Quinta de la Quietud ha comenzado a vendimiar las 26 hectáreas de viñedos propios que posee en Toro (97% de uva Tinta de Toro y 3% de variedades blancas). De acuerdo con Jean-François Hébrard, las perspectivas son excelentes desde el punto de vista enológico, con uva de muy buena calidad y en cantidad abundante que anticipa una excelente añada. “Será seguramente una añada con bastante concentración y potencia, muy de Toro”, explica el bordelés. “Los viñedos nos están dando una buena cantidad de uva, pero de tamaño más bien pequeño, muy concentrado. Hubo bastante lluvia hasta el mes de julio, la viña ha sido generosa hasta este momento, pero julio y agosto han sido muy secos, así que toda la uva que había salido no ha tomado mucho tamaño. El resultado son muchos racimos pero muy concentrados. Será una añada muy potente”.